bueno

ella sin darse cuenta lo había conseguido
estaba perdida
como una vez soñó.
Se encontraba en lo más profundo de su pensamiento, en un historia sin fin que la abraza y afixiaba por igual, pero no podía quejarse, porque ella lo deseó...
El milagro nunca llegó, pero no dejó de preguntarse si quizás la historia en realidad nunca había empezado por lo que de difícil manera podía terminar.

Y esa pregunta se transformó en una afirmación que solo encontró la exclamación en la inutilidad de las palabras